El pescado puede comprarse de dos formas: fresco o congelado. Para saber si es fresco, hay que fijarse en el olor, el tacto y el aspecto. El pescado fresco siempre debe oler a algas marinas, a fresco; debe tener un aspecto limpio y brillante, suave al tacto, con la piel húmeda y con un color normal. Las agallas deben ser de color rojo brillante y sin mucosidad, y sus láminas deben estar separadas, limpias y sin olor alguno. El pescado tiene que tener los ojos brillantes, húmedos, salientes y de color negro, y su carne firme, elástica y pegada a las espinas, además de sangre en la espina dorsal.
En cuanto al pescado congelado, puede almacenarse durante meses, ya que la congelación detiene o retrasa el deterioro del producto. El pescado congelado en casa debe envasarse en material impermeable y mantenerse a una temperatura de 18ºC bajo cero o inferior. La compra de pescado en este estado tiene muchas ventajas, porque generalmente viene desprovisto de las partes no comestibles y su consumo no depende de la temporada de pesca, por lo que los precios permanecen estables. Además, aguanta varios meses en perfectas condiciones, por lo que no es necesario consumirlo inmediatamente. Lo que sí hay que recordar es que, los productos congelados, una vez descongelados no se pueden volver a congelar. La mejor forma de descongelar es pasar el producto a la nevera la noche anterior al día en que queramos cocinarlo.
Son recomendaciones de ADEPESCA, asociación centenaria que integra a las pescaderías madrileñas constituida en la actualidad por 2.000 establecimientos asociados que corresponden a 1.300 empresas y que, además, ofrece a los consumidores recetas tan sabrosas como estas Hamburguesas de pescado con aceitunas, una receta cedida por Mario y Pablo de Santiago Rodríguez, y Ana Lavesa de Santiago.
Ingredientes
Para cuatro personas
Elaboración
Se pica el pescado y se le añade el perejil, el pan rallado, la sal y los tres huevos. Se amasa la mezcla hasta que quede lista para hacer hamburguesas; en ese momento, añadir las pasas de corinto y el estragón.
Hacer las hamburguesas, freírlas en abundante aceite y dejarlas en una cazuela.
Retirar un poco del aceite de freír las hamburguesas y añadir la cebolla picada y el laurel. Cuando la cebolla esté blanda, añadir medio vaso de agua, medio vaso de vino blanco y una cucharadita de pan rallado para espesar un poco la salsa.
Cuando todo se haya mezclado un poco, incorporar las aceitunas verdes.
Echar esta salsa por encima de las hamburguesas y dejar que todo hierva durante 7 u 8 minutos.