¿Es usted culpable de cometer alguno de estos clásicos errores? Es probable que haya cometido algunos de estos errores, sin importar qué tan novato o experto sea. Esperamos que no sea el número ocho!
1. Llenar el vaso de vino hasta el borde
El vino no es la cerveza. El hecho de que algunas copas de vino pueden albergar en ellas una botella entera de vino, no quiere decir que usted tiene que llenar toda la copa. Esto haría que la copa se pusiera muy pesada y difícil de maniobrar, se verá ridículo y hará que el vino sea más difícil de tomar y disfrutar.
En lugar de esto se debe servir aproximadamente 1/3 de la capacidad de la misma. Esto le permitirá hacer girar el vino con mayor facilidad para poder apreciarlo mejor en nariz y disfrutar de su vino.
2. Agarrar la copa por el cuerpo (o balón, parte que contiene el vino)
Empuñe la copa por el “tallo” (parte delgada que uno el “cuerpo” con el “pie”). Cuando usted sostiene la copa por el cuerpo, su mano calienta el vino dentro de este, aparte de que dejará sus huellas por todo el cuerpo lo que suele verse mal.
En una habitación llena de tomadores de vino, siempre se puede decir quiénes son los consumidores experimentados de vino, por la forma en sujetan la copa.
3. Comprar vino por la apariencia de la etiqueta
Una regla simple: No juzgar un libro por su cubierta. Esto se traduce en: No compre el vino por como luce la etiqueta. Porque no le va a parecer divertido encontrarse con un vino no muy bueno, a pesar de que su etiqueta era llamativa.
4. Tomar siempre el mismo vino
Pensar que sólo le gustan los vinos blancos? Pensar que sólo le gustan algunas variedades específicas? Pensar que sólo le gustan determinadas regiones? Esto no tiene sentido.
Hay más de 6 millones de vinos diferentes, elaborados en miles de regiones y de cientos de variedades de uva. Esto hace que el vino tenga posibilidades infinitas. Siempre se puede encontrar algo nuevo e interesante para saborear, explorar y disfrutar. No se quede atrapado con solo un puñado de uvas y regiones.
5. Apegarse a las reglas clásicas de maridaje del vino
Hay algunas reglas tradicionales que vinculan el vino con la comida, como la armonía de vino tinto con carne roja o del vino blanco con pescados y mariscos. Estas son guías, no reglas absolutas para nada. No se adhiera siempre a estas reglas. Parte de la diversión está en probar nuevos vinos, y emparejarlo con nuevas o diferentes comidas. Además se trata de su paladar; si le gusta beber con los vinos tintos con carnes ligeras, entonces que así sea.
6. Beber demasiado rápido
Todos somos culpables aquí. El vino puede ser tan bueno, que a veces nos olvidamos de reducir la velocidad y aprender sobre el mismo. ¿Quién lo hace? ¿De dónde es? ¿Cuál es la variedad de uva? ¿Qué me gusta o disgusta de este vino? ¿Cómo le sabe? Estos son algunas preguntas que nos ayudaran a aprender sobre el vino, a disfrutarlo más en el largo plazo, y nos animan a adquirir más conocimientos sobre este vasto mundo.
7. Hacer una apreciación exhaustiva del vino cuando le dan para “aprobar” el vino antes de servir.
Para asegurarse de que el vino sabe bien antes de servir al resto de la mesa, el mesero vierte un poco de vino en su copa y se supone que este sea un paso relativamente rápido. Mucha gente piensa que se debe reducir la velocidad y hacer un análisis profundo del vino en ese momento, hablar de ello, y decirle al camarero si le gusta o no.
En este momento el mesero simplemente quiere saber si el vino está en buen estado, no está avinagrado, no está acorchado o algún otro defecto. Y de estar en buen estado poder recibir la aprobación para servir al resto de la mesa.
Después de esto si puede catar el vino con el resto de su grupo.