Seguro que más de una vez has escuchado estas afirmaciones que no son ciertas pero que se repiten habitualmente. Nosotros te las desmontamos.
Mitos
1. El mejor blanco es un tinto. Esta afirmación seguro la dicen aquellos que no han probado un vino blanco complejo. Es algo muy relativo y depende de los gustos que cada uno tenga. Lo cierto es que la calidad del vino no depende de su color, sino de múltiples factores como la variedad de las uvas, su cosecha y el proceso de elaboración.
2. El vino tinto se debe consumir a temperatura ambiente. Si la temperatura ambiente es de 15ºC puede ser, pero si estamos a 35ºC el vino estará demasiado caliente y no será nada apetecible. Lo mejor es mantener la botella en un lugar fresco, donde no le afecte la luz y unos minutos antes de consumirlo atemperarlo un poco con una hielera.
3. El champagne es mejor que el cava. Depende de qué cava y depende de qué champagne. El método de elaboración de ambos es exactamente el mismo (método tradicional), lo único que cambia es el tipo de uva y las diferencias del terruño. Normalmente los cavas pueden llegar al consumidor con menos tiempo de crianza porque en España hay más horas de sol y las uvas son más dulces que en Francia, por lo tanto, no se necesita tanto tiempo de crianza para pulir la acidez de la fruta. Además, las cosechas en España habitualmente son buenas, por lo que no se tienen que mezclar añadas. Por lo tanto todos los cavas son Vintage (término utilizado por los franceses para decir que se ha empleado una sola y buena cosecha).
4. El vino tinto se debe maridar con carne, el blanco con pescado. En general se asocia el vino tinto con las carnes rojas y las comidas más pesadas y el blanco con las comidas más ligeras y pescados. La realidad es que depende del blanco y el tinto, es decir, existen vinos tintos muy frutales y frescos y blancos con mucho cuerpo, con barrica o con crianza sobre lías. Por tanto esta simplificación no es del todo acertada. Además, se debe tener en cuenta que el maridaje puede hacerse por contraste o se puede buscar el equilibrio.
5. Los vinos más viejos son mejores. No siempre. Mucha gente cree que un vino estará mejor entre más años pasen desde su compra y no lo consumen en espera de una ocasión especial. Lo peor llega cuando se abre el vino y se descubre que se estropeó por el paso del tiempo, o simplemente que perdió propiedades (aromas, sabores rancios, etc.). Lo cierto es que no todos los vinos están hechos para guardarse y los que sí lo están deben estar muy bien conservados, porque de lo contrario da igual que sea un vino de guarda.
6. Se debe poner una pequeña cuchara en el cuello de la botella de cava para que no se escapen las burbujas. Da igual si le pones una cucharita o no, lo cierto es que una vez abierto el cava las burbujas se irán. Puedes ralentizar el proceso poniendo un tapón especial para cava, pero esto te ayudará a mantenerlo un par de días, no más.