Que los vinos se añejen en barricas o toneles de madera se debe a un descubrimiento algo peculiar, que surgió al momento de comenzar a transportarse para su comercio, hace cientos de años.
Esto se debe, a que el gran desarrollo del comercio del vino, sobre todo por barco, tuvo unas repercusiones enormes en muchos aspectos, uno de ellos fue el descubrimiento de la crianza del vino en botas de madera; hecho que impulso el uso de la palabra 'tonelaje', que significaba originalmente el número de toneles que un barco podía transportar.
Sin embargo, desde un punto de vista enológico, la palabra 'tonelaje' significó el nacimiento de nuevos vinos y la selección de maderas para las barricas.
Las barricas de madera, contienen sustancias que pueden disolverse en el vino y transferirles su sabor, y antiguamente, en el transporte del vino, sobre todo en altamar, las barricas estaban mucho tiempo en las bodegas y cubiertas de los barcos a temperaturas relativamente altas, sobre todo las que atravesaban el trópico; y en estas condiciones climáticas, ciertas sustancias, así como las reacciones entre ellas y las diferentes moléculas del interior del barril, daban origen a un vino con unas características bien diferentes al vino original.
Aunque, en muchos casos esto fue una mala práctica y el producto obtenido no era precisamente un vino de mucha calidad; pero en otros, estas condiciones fueron positivas, y los vinos, de un color y un aroma especiales, mejoraron sustancialmente dando lugar a productos excelentes.
Antiguamente las barricas se fabricaban de la madera más abundante en el lugar de producción, como el castaño, pino, acacia, cerezo, fresno, haya y roble; pero en la actualidad se fabrican casi exclusivamente de madera de roble; esto se debe a que es con ésta madera que se obtienen los mejores sabores de vino, seguidas de las barricas de cerezo, que enrancian el vino con un aroma y sabor especiales.
Sin embargo, y desde un punto de vista únicamente comercial, se puede decir que el roble ha desplazado a las otras maderas, debido no sólo a su abundancia sino a su dureza y a las características particulares de sus componentes, aunque actualmente, es un error guardar ciertas botellas de vino pensando que cuanto más viejo sea, mejor vino será.
Esto se debe a que actualmente la mayoría de los vinos comercializados no son definidos y elaborados para madurar y envejecer tanto en barricas como en botellas, por lo que . Son vinos que deben ser bebidos a la brevedad ya que su valor agregado es precisamente toda su frescura.