Los que viven en la comarca de Utiel-Requena sabén de sobra qué es Territorio Bobal. Sólo el concepto ya os evoca la imagen de vino tinto, a uva autóctona de esta zona, a viñedos ricos y productivos. Pero todos aquellos que no sepan qué es Territorio Bobal, este puede ser un buen momento para descubrirlo.
Se trata de una iniciativa impulsada por el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, con el apoyo de la Mancomunidad del Interior “Tierra del Vino” y del Consejo Regulador de la D.O.P. Utiel-Requena, para que todo el ámbito que ocupa la D.O.P. Utiel-Requena (municipios de Camporrobles, Caudete de las Fuentes, Fuenterrobles, Requena, Siete Aguas, Sinarcas, Utiel, Venta del Moro y Villargordo del Cabriel), obtenga la calificación de “Paisaje Cultural de la Vid y el Vino” que otorga la UNESCO. Porque si algo tienen las tierras de Utiel-Requena es cultura del vino desde hace miles de años, eso es indiscutible.
Fue exactamente en el año 1997 cuando la UNESCO decidió apostar por la protección al “Paisaje Cultural de la Vid y el Vino” de las regiones vitivinícolas con mayor tradición. En la actualidad existen cuatro Paisajes Culturales Vitivinícolas declarados en Europa: Alto Duero e Isla Pico (Portugal); Saint-Emilion (Francia) y Tokaj (Hungría).
En lo que se refiere al territorio de Utiel-Requena, se ha demostrado que el cultivo de la vid y la elaboración de vino se viene realizando de forma ininterrumpida desde hace 2.700 años, ya que contamos con el centro productor de vino más antiguo de la Península Ibérica (el yacimiento íbero de “Las Pilillas”), lo que constituye un patrimonio vitivinícola único que abre las puertas para que Territorio Bobal se convierta en el quinto lugar de Europa y el primero de España en obtener este reconocimiento internacional.
Y es que la vitivinicultura en Utiel-Requena sigue siendo el principal motor de la economía, de ella dependen más de 7.000 viticultores, más de 100 bodegas y un importante número de empresas enoturísticas. Esa tradición y esa continuidad a lo largo del tiempo ha dado como resultado un paisaje geográfico, humano y cultural, único e inigualable, que tiene como símbolo y expresión última de su continua evolución a la variedad autóctona Bobal y que lo hacen acreedor del reconocimiento que representa su inclusión en Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Territorio Bobal es hoy en día un ambicioso y complejo proyecto, aunque el esfuerzo realizado puede ser compensado con creces con los beneficios que aportaría la declaración. Grandes beneficios no sólo en términos de prestigio, sino también económicos, para la principal actividad económica del territorio que, como no podría ser de otra forma, sigue siendo el vino. Lograrlo es objetivo de todos los que han trabajado en el proyecto hasta ahora, pero también fundamentalmente de la población local. Ese es ahora mismo el principal objetivo del grupo y por ello, entre otras iniciativas, se constituyó la Asociación Territorio Bobal, un vehículo para apoyar y participar en el desarrollo de este proyecto a todas aquellas personas convencidas de que esta comarca, su historia y la cultura del vino asociada a ella merecen un especial reconocimiento.