El Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) ha realizado un estudio sobre la “Caracterización del consumidor español de vino”, (“genoma español”). Una radiografía completa de los más de 22 millones de españoles consumidores de vino. Existen las tribus urbanas y también las tribus del vino.
Te identificas ?
1- EL TRENDY: Amante de lo más in del momento y de gustos exquisitos… Este grupo está constituido por el 26,4% de los consumidores. Para este grupo el vino ocupa un lugar privilegiado. Es un consumidor que sigue las tendencias y los vinos que consume son una proyección de su imagen. Su conocimiento e interés por este mundo le otorga una satisfacción personal a la que da una gran importancia. Debido a que el vino satisface un aspecto importante y le añade un valor de prestigio, está dispuesto a pagar más por el vino que consume. No es sólo una bebida, el vino representa unos valores. Este consumidor demuestra su conocimiento en sus relaciones pero mantiene algunos esquemas preestablecidos. Prefiere unos vinos más hechos y se aleja del consumo de los vinos frescos.
2- El OCASIONAL INTERESADO: Con un 24,5% de consumidores. Es un consumidor ocasional pero que muestra un alto grado de interés por el mismo. Las preferencias de este tipo de consumidores van hacia vinos más suaves y valora positivamente los blancos. Además, se encuentra abierto a la innovación y a la introducción de cambios en los conceptos actuales dentro del mundo del vino.
3- RUTINARIO: Aquel consumidor ocasional que deja para terceros tanto la elección como la compra del vino. El motivo de esta actitud es que no se considera entendido y además presenta una falta de interés hacia las pruebas. Por otro lado, el precio tiene una alta importancia. Este consumidor muestra una preferencia hacia un tipo de vino más suave pero no introduce en sus preferencias a los vinos blancos o rosados. Este grupo está constituido por el 21,5% de los consumidores.
4- SOCIAL: Este grupo está constituido por el 13% de los consumidores. Para este consumidor, el vino no forma parte de sus hábitos de consumo y tampoco de sus hábitos de compra. Únicamente encuentra un momento de acercamiento social al mundo del vino. Esto significa que lo consume dentro de un contexto determinado que no fomenta, ya que no muestra interés por el mundo del vino y admite su desconocimiento. Su baja implicación con el vino conlleva que no muestra reticencia ante nuevas ideas o conceptos. Tampoco tiene gran importancia el precio ya que presenta un bajo nivel de compra. Sus preferencias se dirigen hacia un tipo de vino más suave pero no valora ni los blancos, ni los espumosos.
5- URBANITA INQUIETO. Agrupa el 7,6% de los consumidores. Presenta una alta interrelación con el mundo del vino y dispone de una gran variedad de momentos de consumo. Así mismo, muestra un alto nivel de conocimiento y un gran interés por el mundo del vino y busca diferentes fórmulas para acceder al mercado. Estos factores fomentan su curiosidad, lo que le hace ser un consumidor que se muestra abierto a los cambios, a la innovación dentro de la categoría, y está mostrando una cierta tendencia hacia los vinos frescos. Su interés y curiosidad no es ajena a la problemática del precio, pero esto supone introducir una racionalización sobre el vino que elije y su momento de consumo.
6- TRADICIONAL: Constituido por el 6,9% de los consumidores. Presenta una alta presencia del vino en sus hábitos de consumo, pero está condicionado por los precios. Cuenta con unos hábitos de compra perfectamente definidos en cuanto al tipo de vino, origen, marcas…. Además, mantiene unas ideas claras en cuanto a los conceptos que se manejan en el mundo del vino.